Las fuerzas que reforman nuestra forma de trabajar son muchas y variadas, y las empresas deben estar preparadas para afrontarlas a todas.
Solía ser el caso de que el personal trabajara de la manera que le indicaran sus empleadores. Por lo tanto, los objetivos de la organización -la eficiencia, en la mayor parte de los casos- definieron el estilo de trabajo de la mayoría.
En el siglo pasado, otra influencia importante en las prácticas de trabajo fue la tecnología de la información. No necesitamos mirar más allá de la oficina de hoy en día para ver cuánto de una influencia que ha sido para muchos de nosotros pasarnos nuestra vida laboral mirando a un monitor de computadora.
Las nuevas tecnologías están cambiando los estilos de trabajo nuevamente. Lo más significativo es que la tecnología móvil inteligente y la banda ancha en casa facilitan más que nunca trabajar fuera de la oficina. La noción de que el trabajo está en algún lugar está ensombrecida por el concepto de que es algo que usted hace.
Como resultado, las empresas construyen la experiencia de trabajo de sus empleados tanto a través de su elección de la tecnología como a través de la ubicación y el diseño de sus oficinas.
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