Geoffrey Moore, autor del libro 'Crossing the Chasm' (Cruzando el Abismo), tiene claro que “cada década más o menos debemos poner en marcha en nuestra empresa una nueva línea de negocio que aporte un crecimiento excepcionalmente alto de ingresos”, un reto que exige cambios en el proceso de planificación tan radicales que tiene muchas posibilidades de acabar en fracaso.
La tecnología permite que nuevos competidores lideren mercados más rápido y con menor inversión que nunca; son organizaciones transformadas digitalmente que han acelerado el llamado “time to market”, operan con costes más bajos y pueden permitirse innovar más que la competencia.
Este tipo de transición no sucede de un día para otro, es un proceso deliberado, modular, planificado y que debería durar entre seis y doce meses, no más porque los nuevos competidores se mueven rápido.
Ante este panorama ciertamente estresante, lo mejor es empezar con aquellas iniciativas digitales que ya estén puestas en marcha y aprovechar las capacidades que aporta la nube para experimentar, ya que en caso de fracaso será más fácil asumir la inversión realizada.
Y ten claro esto: comenzar el camino de transformación digital no debe hacerse nunca con la mochila cargada de complejos de inferioridad, la base de datos de clientes y la fuerza de la marca debe ser el pilar sobre el que construir nuevos negocios digitales.
Otra opción es optar por adquisiciones o asociaciones con ciertos partners que aceleren todo el proceso, ya que nos aportarán un negocio digital bien enfocado y sus empleados estarán inmersos en una cultura empresarial disruptiva.
Aprovecha la ventaja que te aporta la tecnología
Como he comentado, la mayoría de los “disruptores digitales” se apoyan en la agilidad y los bajos costes de entrada de la nube, pero las empresas tradicionales tienen algo que se llama “legacy”, por lo que el modelo emergente en su caso es el de un TI de doble velocidad.
Y es que por un lado nos encontramos con el TI tradicional, donde tienen sus sistemas de bases de datos, sus transacciones o sus entornos de gestión de clientes, pero al mismo tiempo cuentan con departamentos de innovación que miran al cliente final para conocer cuál es el comportamiento de los usuarios de la nueva Idea Economy.
Otra característica de los procesos de transformación digital es que, por su naturaleza, aportan nuevas prácticas que no guardan los niveles adecuados de seguridad de los datos. Nuevos dispositivos, nuevas redes y nuevos empleados abren el abanico de posibles entradas, por lo que se asume que uno de los retos más grandes que tienen tanto las empresas tradicionales comos los “disruptores digitales” es la seguridad de los datos que manejan.
Leer mas en: http://www.computing.es/infraestructuras/tendencias/1088130001801/tener-exito-transformacion-digital-empresa.1.html